Rusia ha condenado las últimas sanciones estadounidenses contra sus principales compañías petroleras, advirtiendo que tales medidas de Washington conducirán al mundo a la inestabilidad.
El 23 de octubre, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, afirmó que las medidas punitivas impuestas al sector energético ruso serían contraproducentes y que Moscú no comprometería sus intereses nacionales.
Calificó la medida de “totalmente contraproducente” y añadió que Rusia “ha desarrollado una fuerte inmunidad a las restricciones occidentales” y continuará desarrollando su sector energético a pesar de la presión económica.
La portavoz rusa también reafirmó que Moscú sigue abierto al diálogo, afirmando que no existen “obstáculos importantes” para las conversaciones de paz, siempre que se basen en el respeto mutuo y el realismo.
Además, Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el mayor cliente de recursos energéticos de Rusia, denunció las sanciones en una rueda de prensa el jueves, afirmando que Pekín se opone a las medidas unilaterales que carecen de “base en el derecho internacional o de la autorización de la ONU”.
El miércoles, la administración de Donald Trump anunció sanciones contra Rusia. Estas sanciones se dirigen contra Rosneft y Lukoil, las dos mayores compañías petroleras rusas, por lo que Washington califica como la negativa de Moscú a poner fin a la guerra en Ucrania.
La nueva política exterior estadounidense entra en vigor después de que el Kremlin dejara claro que no aceptaría un alto el fuego favorable a EEUU.
Putin declaró el jueves que las últimas sanciones estadounidenses eran “serias”, pero no lo suficientemente fuertes como para afectar significativamente a la economía rusa.
Source: Press TV



